La Pierre Vivante nació de mi propia historia con la moda y de entender cómo la autoimagen tiene el poder de impactar, transformar y dejar una huella en la vida de un hombre.

Todo comenzó con uno de los recuerdos más vivos de mi infancia. Mi madre, Elizabeth, fue quien, sin saberlo, me introdujo en el universo de la moda. En 1999, cuando yo tenía solo seis años, ella comenzó su camino en este mundo, trabajando durante casi diez años en la firma Tessuti, dirigida por la diseñadora Maria Clara Vasconcelos, reconocida por llevar esta pequeña marca de Río de Janeiro a las pasarelas de las principales Fashion Weeks del mundo.

Crecí viendo a mi madre vivir intensamente este universo durante más de 25 años, y fue así como entendí que vestirse es mucho más que elegir ropa: es contar historias, comunicar quién somos y generar conexiones genuinas. Esta influencia tan marcada fue determinante para lo que estaba por venir.

En 2023, a mis 30 años, atravesé un momento de quiebre. Recién casado y después de una década trabajando en marketing, retail y e-commerce, fui parte de un layoff en la empresa donde trabajaba. Me encontré frente a un reflejo que no reconocía: un hombre agotado, con 30 kilos de sobrepeso, trabajando 12 horas al día, descuidando no solo mi salud, sino también mi imagen.

Ese golpe me llevó a reflexionar profundamente sobre lo que realmente quería para mi vida y mi carrera. Mi autoimagen estaba completamente desordenada, reflejando un desequilibrio interno.

Fue entonces cuando entendí que siempre había tenido el sueño de emprender, de construir algo propio, de crear valor y, sí, de generar ingresos. Tomé una hoja de papel y anoté todos los negocios que alguna vez había soñado tener: una agencia, un restaurante, una marca de ropa… Y en medio de ese ejercicio, casi como una confesión, surgió la frase:
“No quiero volver a verme así.”

En ese instante, todo cobró sentido. Me reconecté con mis recuerdos, con el autocuidado y con la certeza de que la imagen que proyectamos dice mucho sobre quiénes somos. Fue allí donde nació La Pierre Vivante.

Esta marca representa mi deseo de resignificar mi manera de verme, de vestirme y de vivir. Más que una marca de moda masculina, es un movimiento para hombres que, como yo, desean vestirse verdaderamente bien, cuidarse y dejar su mejor imagen en el mundo.

Y vos,
¿Qué imagen querés dejar?